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jueves, 17 de enero de 2013

Las preferentes o los videojuegos ¿Qué es más seguro?

Recientemente y tras una conversación con mi buen amigo Roberto de la empresa Estudio Alfa estuvimos comentando el diferente rasero con el que los medios de comunicación tratan los videojuegos violentos frente a otros ámbitos de la sociedad y llegamos a una conclusión más que interesante y que quisiera compartir con vosotros.
 
La crisis económica que nos está azotando actualmente, ha sacudido con fuerza todos los pilares de la sociedad y las más antiguas estructuras del capitalismo. De todas ellas, la más castigada merecidamente por la ineptitud de sus dirigentes han sido los bancos y cajas de ahorros, pero tranquilos, no sufráis porque podrán seguir engañándonos gracias al rescate que pagaremos los ciudadanos.




A nivel económico, creo que una de las mayores estafas de los últimos tiempos han sido las acciones preferentes de las cajas de ahorros de España. Por si alguien ha estado durmiendo durante los últimos cuatro años o simplemente, me lee desde fuera de las fronteras patrias, explicaré brevemente que es lo que ha sucedido para al final ligarlo con el mundo del videojuego.

En España, el sistema bancario estaba dividido en varios tipos de entidades, de los que destacaban principalmente dos: los bancos, que son entidades privadas que operan en todo el mundo y que como empresa privada su fin es ganar dinero para repartir entre sus accionistas y las cajas de ahorros, mucho más locales y que surgen en el siglo XIX tras una orden ministerial para fomentar el ahorro de las clases más populares y combatir la usura que en aquella época se ejercía por parte de prestamistas y banqueros. Más tarde fueron reguladas por ley y su principal norma era que no podían repartir dividendos, por lo que sus beneficios se destinaban por un lado a sus reservas obligatorias para garantizar su liquidez presente y futura y por el otro a su obra social, que abarcaba campos tan variados como la conservación histórica o artística del patrimonio, ayudas a grupos sociales desfavorecidos, cultura, deportes, etc...

Estas entidades a su vez están reguladas, controladas y vigiladas por el Banco de España, (ojo, aunque en su nombre aparezca la palabra "banco", no es un "banco" como nosotros lo conocemos). Su función actual es de supervisor del sistema bancario español y mantener en los españoles algo que hace que todo funcione: La confianza.

¿Por qué le entregamos nuestro dinero a los bancos? ¿Por qué no me lo dais a mí? Simplemente porque nos fiamos de ellos. Tenemos la confianza de que no se van a quedar con nuestro dinero y es obligación del Banco de España que todos sigamos confiando en ellos. No nos engañemos, los banqueros, son avariciosos y quieren quedarse con todo nuestro dinero, lo único que lo impide es que el Banco de España no les deja, por lo que tenemos unos "ladrones" vigilados por un "policía".


Fachada del edificio del Banco de España en Madrid
Nos falta un sumando para que la ecuación nos cuadre, y son los políticos. Como las cajas son públicas, los que mandan en ellas son los políticos y como no se exigía ningún requerimiento los partidos ponían al frente de las mismas a militantes que en la mayoría de los casos nada sabían sobre la gestión de una empresa y cuyo objetivo no es hacer rentable la caja de ahorros, si no ganar puntos de cara a su partido político para seguir ascendiendo en el mismo.

Hay un refrán en mi pueblo que dice "Si quieres saber si alguien es tonto, dale dinero" y esto es más o menos lo que pasó, gente que no tenía ni idea del negocio de la banca con mucho dinero para prestar y como el dinero no es mío y no tengo ningún tipo de responsabilidad sobre él, me da igual si me lo devuelven o no, por lo que en lugar de guiarme por índices de rentabilidad, riesgo y demás cosas lógicas para dar un préstamo, se guiaban en cuanto rédito político podía proporcionarles dicho préstamo o si la persona a la que se le concedía era más o menos amiguete. 

Los bancos prestan con el dinero que sus clientes les ingresan, por lo que si asumen muchos riesgos, pueden perder el dinero que otras personas les han confiado y como os comentaba, para evitar esto, el Banco de España vigila que los riesgos a asumir en los préstamos sean proporcionados, porque si no, me voy al casino a jugarme la nómina y por lo menos, si gano, no tengo que compartirlo. El problema era que el Banco de España también es público y ¿adivináis quien está al frente? efectivamente, otro político, que al igual que los de las cajas, su objetivo es ascender dentro del partido, por lo que cuanto menos le toque las narices a mis otros colegas mejor, así que yo, miro para otro lado y si esto estalla digo que yo pensaba que lo estaba haciendo bien y como no tengo ningún tipo de responsabilidad penal no me va a pasar nada.

Pues bien, la burbuja estalló y los bancos perdieron millones porque concedieron muchísimos créditos basura que jamás recuperaran. Si los bancos fueran empresas normales cerrarían por su mala gestión y punto, pero aunque no nos guste oírlo, en el mundo en que vivimos no se puede permitir esto y cuando discuto con alguien este punto, siempre le pregunto lo mismo ¿tú tienes ahorros? La respuesta casi siempre es no, pero si fuera que si, siempre le planteo lo mismo, escoge, pierdes todo tu dinero y quebramos los bancos o les inyectamos dinero y tú sigues teniendo tus ahorros, os podéis imaginar la respuesta. 

El destrozo era tan grande que el gobierno no tenía suficiente dinero para todos y la credibilidad de las cajas estaba por los suelos por lo que se tomó la decisión de  privatizarlas y obligarlas a transformarse en bancos. Como la mayoría habían mentido en sus balances, diciendo que estaban mucho mejor de lo que en realidad estaban, las cajas necesitaban mucho más dinero del que habían dicho que necesitaban para poderse convertir por lo que comenzaron a buscarlo hasta debajo de las piedras y comenzaron a usar lo que se suele llamar contabilidad creativa y a ofrecer los productos financieros más inverosímiles para captar el máximo dinero posible con el que tapar sus agujeros.

De todos esos productos si ha habido uno que pasará a la historia como el más fraudulento ha sido sin duda las participaciones preferentes, de las cuales estoy seguro que habéis oído hablar en muchas ocasiones durante el último año pero ¿Qué son las Preferentes? Son valores emitidos por una sociedad, en este caso las Cajas de Ahorros pero que a diferencia de las acciones no acarrean ninguna cuota en el capital de la entidad ni por supuesto derecho al voto, pero además (y aquí está el verdadero timo de las preferentes) son perpetuas, es decir, no tienen vencimiento y su rentabilidad está ligada a los beneficios de la entidad por lo que no están garantizadas. Resumiendo, es un papel que no te da derecho a nada y que te pagaré cuando yo quiera.

Visto así, os estaréis preguntando porque se vendieron tanto si era un producto tan malo, pues muy sencillo, lo primero fue que se daban a cambio de un alto interés por lo que parecía un producto muy atractivo y una buena inversión. Lo segundo era que amparados en la confianza que la gente tenía en las personas que trabajaban en las oficinas de los bancos se ofrecieron a los clientes de la calle, los cuales no tenemos conocimientos financieros suficientes para entender un contrato bancario si está redactado de manera enrevesada ¿Alguien se ha leído íntegramente el contrato del banco cuando ha abierto una cuenta corriente?


Aquí estuvo el que para mí fue el problema principal de todo este embrollo, se abusó de la confianza de la gente en el sistema. Os explicaba antes, que todo nuestro sistema financiero se basa en LA CONFIANZA, únicamente, ya que es lo que nos hace depositar nuestras nóminas en los bancos y puesto que es tan sumamente importante para que todo funcione, el Banco de España tiene la obligación de vigilar a los bancos para que su posición de privilegio no sirva para  abusar de la gente normal y corriente y arruinen la confianza que tenemos en ellos evitando que el sistema se vaya a pique.

Si el Banco de España hubiera obligado a los bancos a especificar de manera clara para el ciudadano de a pie que eran estos productos, que riesgos contenían y que podemos encontrarnos dentro de la letra pequeña, seguramente mucha de la gente que invirtió en las preferentes tendría su dinero disponible a día de hoy y es justo en este punto donde me gustaría ligar toda esta historia con el mundo de los Videojuegos.

Desde 2.003 todos los videojuegos que se comercializan en España están obligados a indicar en su carátula lo que conocemos por "Código Pegi" que es un sistema destinado a garantizar que el contenido de los productos de entretenimiento es etiquetado por edades en función de su contenido y además nos advierte de lo que vamos a encontrar dentro del juego. 

Estos son los diferentes diagramas que podemos encontrar dentro del código PEGI

El código Pegi funciona y es una gran idea porque no piensa en el vendedor de videojuegos, ni en el desarrollador, ni si quiera en el jugador. Está pensado para el comprador del producto, sea quien sea y sea cual sea su nivel de conocimiento del mundo del videojuego. Su única razón de ser es informar de si el producto que estamos a punto de adquirir es aconsejable para la persona a la que irá destinado. Gracias a este sencillo código, un padre que no tenga la más mínima idea de videojuegos sabrá que el videojuego "Grand theft auto IV" está recomendado para mayores de 18 años porque tiene violencia, lenguaje soez y se trata el tema de las drogas abiertamente y por mucho que su hijo de 12 años insista en que todos sus compañeros de clase lo juegan, por mucho que le interese venderlo al comercio o por la campaña de marketing que haga el desarrollador del producto, el comprador de este juego nunca podrá decir que lo compró bajo engaño.

Carátula del súper ventas Grand Theft Auto IV, uno de los juegos mejores juegos del momento pero de los más adultos

La reflexión que yo me hago ahora es ¿Por qué no hay una entidad que se preocupe en evaluar los riesgos de las operaciones bancarias para los ciudadanos de una manera sencilla y clara? Si los videojuegos son "cosa de niños" porque se obliga a explicar que nos vamos a encontrar pero no se hace en otros ámbitos de la sociedad.

Si las participaciones preferentes hubieran llevado un letrero que indicara que son productos para expertos financieros por su complejidad, que su rentabilidad no está asegurada y que el riesgo que se corre es muy elevado, ¿Se habría engañado a tanta gente? Lo reduzco a algo más simple, si en lugar de permitir que se llamaran "Participaciones Preferentes" que suena a exclusivo y algo a lo que muy poca gente puede acceder se les hubiera llamado de otra manera, simplemente algo como "Bonos de alto riesgo sin compromiso de pago" ¿Estaría hoy escribiendo este artículo? Probablemente no, pero es algo que no se puede cambiar ya. Lo que si deberíamos exigir es un código similar al Pegi en los productos bancarios para evitar que casos como el de las "Preferentes" vuelva a producirse algún día.

No quiero seguir extendiéndome con este artículo, ya que considero que demasiado me he desviado de la intención inicial de este blog y pido perdón si alguien se ha sentido defraudado, pero ya que en artículos anteriores he mencionado muchos casos de errores de las compañías de videojuegos, quería demostrar que también hacen cosas bien y que sin el código Pegi, los videojuegos no serían tal y como los conocemos hoy en día.

3 comentarios:

  1. hola soy tu primo Jesús de Cartagena. El otro día me encontre con tu hermano Jesús en el trabajo y me comento sobre tu blog, yo también soy muy aficionado a los videojuegos, y recuerdo con mucha nostalgia los palizones al street of rage de la megadrive que nos metimos en su día. Me parece muy interesante la idea de tu blog ya que meter el punto de vista empresarial de las decisiones que toman estas empresas y sus resultados (aunque empezaste poniendo solo las cagadas es mucho más amplio verlo con cagadas y aciertos, aparte que muchas decisiones a priori son una cagada y luego son un acierto y viceversa). Tengo ganas de ver como vas evolucionando este blog. Has ganado otro lector :) un abrazo muy fuerte

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  2. soy otra vez tu primo. Con respecto a los Pegi y los controles bancarios. La cosa es más bien por interes. A las compañias desarrolladoras y a las de videoconsolas no les convenian que les pudiese el legislador de turno prohibir la distribución de un videojuego y la solución de compromiso fue la creación de Pegi que dejaba en manos del consumidor la elección del producto con una clara indicación de que estaba comprando (aun asi sigue habiendo quejas de que los videojuegos son los responsables de que un tarao mate hasta el apuntador de vez en cuando). En el caso de los bancos y cajas de ahorro, mientras no hay problemas al cliente le viene bien ese mayor porcentaje de beneficio aunque no entienda muy bien porque lo obtiene ni lo que implica, al banco tambien que se capitaliza y al legislador que le interesa que se siga moviendo la pasta. Las madres mias vienen cuando la cosa no va bien y la gente intenta sacar su dinero y se da cuenta que no, no era como una cuenta de ahorro como le dijo el amable chico que le atendio. Era un producto solo para inversores de capital riesgo diseñado de tal forma que no le convenia ni a los inversores de capital riesgo. En un mundo ideal esto teminaría en juicio por estafa, que es lo que es. Pero esto es Españistan. En cuanto a que no nos podemos permitir dejar caer a un banco no estoy de acuerdo, solo tenemos que seguir lo que ya esta legislado. A los depositantes hasta 100k € recuperados sacados de la liquidación de la empresa y de lo que tenga que poner el estado. Seguro que la cantidad es inferior que lo que ya hemos tenido que poner mas los recortes que tenemos que sufrir por los rescates recibidos. Con esto conseguimos tambien dar un aviso a los bancos, si juegas con fuego te quemas, no puedes pasar de las lineas rojas de seguridad (dar alegremente dinero) y esperar que a ti si te rescate el estado porque eres un banco y te llevas a la economia por delante como caigas. Lo que hacemos actualmente solo sirve para dejar claro que como banco se pueden tirar al abismo con la seguridad que el estado estará detras para cogerlos antes de que se estrellen

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  3. Hola primo, que alegría "leerte" por aquí. Si que es cierto lo de los palizones del Street of Rage. ¡Que grande es ese juego!
    Me alegra mucho que te guste el blog y espero yo también seguir leyendo comentarios tuyos.
    Un abrazo muy fuerte.

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